El
novenario de la virgen de Guadalupe, tradición mexicana y arraigadamente mazamitlense,
inicia año con año el día 4 de Diciembre un día después de la tradicional romería y
concluye el 12 de Diciembre.
El fervor guadalupano consiste también en llevar a las 5 de la mañana las tradicionales mañanitas, a las ermitas de
cada uno de los 9 barrios originales del pueblo, (en el sentido contra-horario
como ya hemos explicado antes), acompañados por la música de la banda de viento
y los típicos cohetes. Y ahí en cada barrio ser recibidos por la decoración
compuestas entre “composturas” y faroles de luz, además de una bebida caliente
ofrecida por los vecinos anfitriones. Para en punto de las 6 de la mañana
retornar a celebrar la misa en el templo de San Cristóbal, durante estos recorridos
es común observar danzantes típicos como los de la fotografía, ademas de bandas de guerra y otras danzas prehispánicas.
En punto
del medio día se vuelve a escuchar la ristra de cohetes, celebrando el “Angelus”.
Continuando con la peregrinación a las 5:30 de la tarde para llegar reunidos
junto con el barrio hasta las puertas del templo para celebrar la misa, y
proseguir de vuelta al barrio anfitrión para la escenificación de un “altar
guadalupano”.
Ya por la
noche a partir de las 8 y hasta poco antes de 10, se llevan a cabo todo tipo de
actividades culturales, bailables, obras de teatro, etc. Culminando el
ajetreado día con la quema del colorido “castillo” de fuegos artificiales, los emocionantes
“toritos”, y las “bombas” de luces multicolores.
Todos estos
rasgos de la fe que el mazamitlense aun conserva y que forman parte del folclor
mexicano y que orgullosamente debemos conservar como una parte importante de
nuestra identidad.
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